El asesinato de afroamericanos por parte de blancos era todavía común en los años cincuenta y en gran parte del sur no se castigaba a los culpables. Pero el asesinato de Emmett Till, un adolescente de Chicago de visita con su familia en Money, Mississippi durante el verano de 1955, no paso desapercibido. La edad de la víctima, la naturaleza del "crimen" --supuestamente le silbó a una mujer blanca en una tienda-- y la decisión de su madre de dejar el feretro abierto durante el funeral, mostrando las huellas de la paliiza que le habían propinado los dos secuestradores blancos antes de dispararle y arrojar su cuerpo al río Tallahatchie el 28 de agosto, todo contribuyó para que el caso se convirtiera en una cause celebré. Unas 50,000 personas pudieron haber visto el cuerpo de Emmet Till durante el funeral en su casa de Chicago y muchos miles más fueron expuestos a la evidencia, cuando una fotografía del cadáver fue publicada en la revista Jet.
Los dos asesinos fueron arrestados el día después de la desaparición de Till. Fueron declarados inocentes un mes más tarde tras una deliberación de 67 minutos por parte del jurado. El asesinato y la subsecuente absolución galvanizaron al público en el norte de forma análoga al caso de los "Scottsboro Boys" en los 1930s
No hay comentarios:
Publicar un comentario